Tanto la lluvia como el sol pueden ser una amenaza para nuestra madera en el exterior, sobre todo si está expuesta directamente y con superficies en horizontal donde se favorezca su acumulación o la incidencia del sol directamente y por lo tanto el cambio brusco entre temperaturas. Por eso, debemos prevenir su deterioro utilizando la variedad de protectores de madera que existen en el mercado y Tratamientos de Madera. Hablamos de tratamientos preventios para la madera que protegen esta contra plagas de xilófagos o la proliferación de esas manchas blancas o verdes, así como sentado las bases para aparición de insectos propios de este proceso ayudados por la humedad y putrefacción.
Las maderas y estructuras en exterior están expuestas a factores que no podemos controlar. Esto es, la lluvia, las altas temperaturas y la acción del sol sobre el material. También los hongos y otros insectos suponen una gran amenaza para su conservación. Los protectores de madera ayuda a que esta no se deteriore o relentizar ese proceso. La prevención es, en este caso, un escudo de protección más que necesario.
La madera es un material elaborado a partir de un organismo vivo (como son los árboles). Al realizar cortes, éste se transforma en un material vulnerable. Es ahí cuano tenemos que actuar aplicando tratamientos preventivos o curativos para la madera.
Muchas veces nos lanzamos directamente a pintar y barnizar y no tenemos el tratamiento más esencial que debe recibir la madera: el fondo para madera.
El fondo para madera es un producto que tiene un alto poder insecticida y fungicida. Sin esta base, la madera puede ser atacada por insectos xilófagos (carcomas, termitas, hongos, etc). Los efectos de ese tipo de insectos pueden ser devastadores: debilitan la madera hasta afectar a su propia estructura.
El proceso y beneficios de la aplicación de los tratamientos preventivos para la madera es el siguiente:
Sellamos los poros de la madera (evitamos que ésta absorba más pintura o líquido del necesario y , dado el caso, un color de pintura uniforme).
Regulamos la humedad en el interior de la madera (si está sin esta base, absorbe más cantidad de agua del ambiente y se puede pudrir).
La volvemos impermeable (evita que el agua sea absorbida. Cuando llueva sobre ella, por ejemplo, veremos como las gotas resbalan sobre ella).